Este es Moet. Ha venido a la clínica porque tiene unas «calvas» en la nariz y alrededor de los ojos.
Los hongos del gato son transmisibles a las personas, y ante la sospecha de ellos, tenéis que traerlos rápidamente a revisión. Mucha gente les llama a estos hongos, la «tiña».
El caso de Moet puede resultar curioso porque los hongos que le padece son «fluorescentes» con luz ultravioleta, así que con una Lámpara de Wood hemos podido diagnosticarlos. ¿ que os parece como brilla Moet?
Son contagiosos a las personas, pero con un tratamiento eficaz y bastante sencillo, y en pocas semanas se pueden controlar y curar. El pelo volverá a crecer y será un gatito tan guapo como antes.
Dra. Isabel Mayoral Lorente
LICENCIADA VETERINARIA.
Master Oncología. GPCert-Oncology.
CLÍNICA VETERINARIA VORAMAR GOLF.