Los dueños de Onix nos llamaron a nuestro servicio de urgencias porque al darle su papilla se había tragado la sonda, y sabían que si pasaba del buche las posibilidades de sacar el tubo eran muy difíciles y podía morir.
Pudimos palpar que el tubo estaba aun en el buche y aunque ya lo sobrepasaba. Estabamos a tiempo de intentar sacarla por la boca.
No fue fácil para Onix, pero pocas horas después pudimos darle el alta.
Este es el tubo que usaban para acoplar a la jeringa y darle la papilla, el cual Onix se trago sin querer en su entusiasmo de comer.
Queremos deciros que para alimentar a vuestras aves papilleras debéis hacerlo directamente con el embolo de la jeringa, ya que los objetos que acopléis es fácil que se desprendan y se los traguen.
Dra. Isabel Mayoral Lorente
VETERINARIA.
CLÍNICA VETERINARIA VORAMAR GOLF.